No pierdas el tiempo en la piscina y… ¡vete a nadar al mar!

¿Cuáles son las diferencias entre nadar en el mar con neopreno y nadar en la piscina? Alex Imbernón te lo cuenta en este post.

¿Qué tal amigos de #FeedYourDreams? ¿Cómo estáis? Hacía tiempo que no os visitaba a vuestro blog, pero ya sabéis que lo bueno siempre se hace esperar… 🙂
Y más sabiendo que a muchos de vosotros ya os empiezo a ver por las aguas mediterráneas disfrutando de vuestro neopreno con ganas de estrenarlo para algunos y con ganas de sacarlo de nuevo para otros.
Gracias a nadaconentreno.com (grupo de entrenamiento open water en Alicante) puedo hablar mucho con nadadores de aguas abiertas y para este momento la pregunta clave que nos hacían era: ¿cuáles son las diferencias entre nadar en el mar con neopreno y nadar en la piscina?
Pues no hay mejor manera de resolver esta pregunta que sé que muchos de vosotros os la hacéis, que explicar las 5 diferencias entre nadar en el mar y nadar en la piscina:

  1. Traje de neopreno vs Bañador: es una de las diferencias más grandes que existen entre nadar en el mar y nadar en la piscina a estas alturas de temporada. Es evidente que según el tipo de nadador que seas, te resultará mejor o peor llevar neopreno, pero lo que está claro es que el neopreno a cualquier nadador que se lance a nadar al mar le aporta flotabilidad.
    También te aporta, todo hay que decirlo, un buen dolor de hombros. Con el neopreno pesas más y tu propulsión en el agua es mayor a cuando estás en la piscina. Por eso recomendamos salir cuanto antes al mar para adaptarte a tu nuevo cuerpo ya que muchos de vosotros estrenáis el neopreno en competiciones y a los 500 metros no puedes ni moveros de la fatiga muscular que está teniendo toda vuestra zona dorso-lumbar. Por eso mismo, no cometed este error porque os puede tirar a la basura la competición que tanto tiempo os habéis preparado. Para los que tenéis el mar cerca, id al mar y para los que no lo tenéis intentad utilizad el neopreno en la piscina o nadar con un bañador de playa. Si si, una bermuda de estas que os ponéis para ir a la playa que no os gusta para nadar o incluso un pantalón corto de running. Probadlo y nos ponéis un comentario qué tal os ha ido. ¿Os ha simulado este ejercicio de nadar con bermuda en la piscina a cuando nadáis en el mar con neopreno? Nos referimos a esa sensación de carga.
  2. Agua muy fría vs agua templada: no querréis que el agua del mar esté como el agua de la piscina, ¿verdad? Hombre, yo lo firmaba pero lo bonito que tiene este deporte es que se nada en un medio natural donde el agua evidentemente NO se puede regular y esto hace que tengamos que nadar ahora con el agua a 12ºC aproximadamente. ¿Esto qué nos provoca? Pues hipotermia. Al principio estaremos con frío en todo el cuerpo pero en cuanto lleves 500 m esa sensación desaparecerá y volverás a sentir tu cara y tu cuerpo 🙂 Pero, ¿cuándo viene el verdadero problema? Cuando llevas 4 kms, las articulaciones empiezan a pasar factura. Tus manos podrás ver que no puedes cerrarlas y no podrás coger agua para avanzar por lo que te costará más recorrer la distancia deseada y tu pies prácticamente no los podrás mover. En definitiva que subirás el ritmo, no porque tú quieras sino porque tu cuerpo no te deja. Todo esto, evidentemente, es debido a la hipotermia que está sufriendo tu cuerpo. Entonces… ¿qué podemos hacer para evitarlo? Pues desgraciadamente sólo hay una: salir a la arena e intentar subir la temperatura de estas articulaciones moviéndolas y calentándolas.
  3. Olas de mar vs agua plana: otra de las grandes diferencias entre nadar en el mar y nadar en la piscina es el oleaje. Como decía antes estamos nadando en un medio natural por lo que el oleaje juega un papel clave en nuestras competiciones. ¿Por qué? Como decía Alejandro Sanz con su canción “no es lo mismo”, no es lo mismo nadar en piscina sin olas donde tu técnica de nado está al 100%, te encuentras cómodo, sin freno de olas, rápido y veloz como un delfín, que nadar en el mar, donde tu técnica está al 60%, te encuentras incómodo porque sabes que no estás nadando bien y esto hace no estar bien. Además, el traje de neopreno te hace que a todo esto le sumes la fatiga muscular que está sufriendo tu cuerpo y tu mente diga: ‘¡Me quiero salir del agua! ¿Qué hago yo aquí cuando podía estar en la piscina nadando tranquilamente?’ Ah querido nadador, ¿quién dijo que esto de nadar en el mar fuera fácil? ¿Vais entendiendo el título del post? ¡Vete a nadar al mar ya! Y lo mejor de todo es que todavía nos quedan 2 diferencias más…
  4. Poca visibilidad de nado vs gran visibilidad: cuando os pensabais que todo lo malo ya estaba dicho, tenemos que seguir sumando un sentido muy importante en el cuerpo humano, la vista. ¿Habéis probado a nadar con los ojos cerrados en la piscina? Probadlo y me contáis cuantas veces os habéis chocado con la corchera y lo inseguros que vais. Y es que en el mar si no tienes unas gafas adecuadas no vas a ver un pimiento y esto te hace que mientras que un nadador llegue en línea recta a la boya, tu tardes 30 s más porque no ves hacia donde quieres ir. Esto me ha pasado a mí y a cualquiera que ha nadado en el mar. Es el típico error o novatada que puedes solventar comprándote unas buenas gafas polarizadas y por supuesto echándote el líquido anti-frog antes de salir a nadar. Ya verás que con estos dos consejos tu visibilidad ganarás mucho y al menos podrás ver hacia dónde vas, que es lo importante.
  5. Agobio de nadadores vs nadar sólo en una calle: aquí viene otras de las grandes diferencias de nadar en una piscina a nadar en el mar. Y es que como se dice coloquialmente “el roce hace el cariño” y en este caso, en las aguas abiertas muchas veces no es precisamente cariño lo que recibimos en una salida de 1500 nadadores como Tabarca-Santa Pola, pero una vez cogida la posición sí que tenemos saber jugar tácticamente la carrera. Aquí es donde viene el cariño de ir en un grupo nadando. A mí personalmente que vengo del triatlón, me recuerda mucho a ir en una grupeta de bicicleta de carretera. Hay que dar relevos, cambios de ritmo y por último, tenemos que estar bien colocados para aguantar toda la distancia. En piscina la única preocupación que tenemos es llegar en el menos tiempo posible, ya que no hay factores externos que te perjudiquen tu tiempo final. Eres tú contra el tú del pasado.

Conclusión

¿A qué esperas para reaccionar y utilizar estos consejos? Te recuerdo que tu temporada de triatlones y travesías está a la vuelta de la esquina.
Pero hay una buena noticia y es que todavía estás a tiempo de reaccionar, así que sal al mar con tu neopreno y sufre un poquito con él puesto, entrena en la piscina con una bermuda que te haga sentir contrapeso, cómprate unas gafas polarizadas, ponles anti-frog antes de meterte al mar y por último entrena la táctica en el mar.
Consejos que estoy seguro que te ayudarán a ser mejor nadador de aguas abiertas.
Aprovecho para informaros para todos aquellos nadadores de aguas abiertas o triatletas que quieran mejorar aspectos como todos los comentados, nadaconentreno.com organiza el próximo 23 y 24 de abril en Altea un Campus de Entrenamiento de aguas abiertas donde trabajaremos todos estos aspectos. Aquí os dejamos la info: http://bit.ly/1qqLZxi
Y para aquellos que quieren sentirse identificados con un nadador experimentado que conoce todo lo anterior comentado en el artículo muy bien, os recomiendo la entrevista que realizamos a Jorge Crivillés, que conquistó nada más y nada menos la Triple Corona el pasado año. Este fenómeno sí que sabe lo que es sufrir el agua fría de verdad. Eso sí, sobre neopreno no os puede aconsejar, ya que no utiliza nunca, ni siquiera en diciembre. Pincha aquí para leer la entrevista: http://bit.ly/1S1BY5E
¡Hasta la próxima swimmers!

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